Un acto en solitario de un hombre rico es tan caliente que me convierte en gay. Su mano habilidosa me lleva al borde, sus gemidos resonando en mis oídos. No puedo resistirme a chupar su polla dura, saboreando su semen.
Un acto en solitario de un hombre rico es tan caliente que me convierte en gay. Su mano habilidosa me lleva al borde, sus gemidos resonando en mis oídos. No puedo resistirme a chupar su polla dura, saboreando su semen.
Me estaba relajando en el sillón, dando vueltas por los canales, cuando mis ojos cayeron sobre un caballero bien vestido a las angustias del éxtasis.Sus gemidos de placer fueron suficientes para provocar mi propio deseo, y me encontré atraída por la vista de él dándose placer.Mientras lo observaba, alcanzó su verga, acariciándola con un ritmo que me tenía retorciendo de anticipación.Sus manos sabían exactamente cómo trabajar su miembro, cada golpe lo acercaba cada vez más al borde.La vista de él corriéndose fue suficiente para ponerme duro, y me vi alcanzando mi propia verga, imitando cada movimiento de él.Era un acto en solitario que me dejaba sin aliento, mi propio clímax siguiendo de cerca detrás del suyo.Eraun momento de puro placer, uno que me deja con ganas de más.
Bahasa Melayu | Português | עברית | Polski | Română | 汉语 | Русский | Français | Deutsch | Español | ह िन ्द ी | English | Türkçe | Svenska | Italiano | Bahasa Indonesia | Nederlands | Slovenščina | Slovenčina | Српски | Norsk | ภาษาไทย | 한국어 | 日本語 | Suomi | Dansk | Ελληνικά | Čeština | Magyar | Български | الع َر َب ِية.