Mi esposa y yo invitamos a un amigo a casa para un masaje, pero se convirtió en un trío salvaje. Ella lo complació ansiosamente y luego lo cabalgó apasionadamente. Nuestro invitado estaba emocionado de explorar nuestros deseos kinky.
Mi esposa y yo invitamos a un amigo a casa para un masaje, pero se convirtió en un trío salvaje. Ella lo complació ansiosamente y luego lo cabalgó apasionadamente. Nuestro invitado estaba emocionado de explorar nuestros deseos kinky.
Un hombre acerca a su amigo para pasar un rato de calidad junto a él y su esposa.La esposa los espera con avidez en el dormitorio.Mientras entran, los saluda con una sonrisa seductora e invita al amigo a que le haga un masaje.El amigo obliga, sus manos recorriendo su espalda y sus hombros, provocando que gima de placer.Al terminar el masaje, las manos de los amigos se desvían hasta sus pechos, y ella no lo detiene.Pronto, los dos se pierden en el calor del momento, su ropa se desecha en el suelo.El marido se une, turnándose para darle placer a su mujer, que con ansias les hace una mamada a los dos.El amigo se la toma por detrás, mientras el esposo mira, su propia excitación es evidente.Luego la esposa monta al amigo, su cuerpo moviéndose rítmicamente, su placer es evidente.La escena termina con los tres en un abrazo apasionado, sus cuerpos entrelazados en un trío caliente.
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